Maggie O’Farrell
La distancia que nos separa
Libros del Asteróide, 2024
Paseando por Londres, Stella se cruza con un hombre que la devuelve a un momento insoportable de su pasado. Este encuentro la perturba tanto que deja inmediatamente el trabajo y, sin avisar a nadie, se instala en un recóndito lugar de Escocia; solo su impredecible hermana Nina, a quien está muy unida desde niña, sabrá dónde encontrarla. Al otro lado del mundo, en Hong Kong, Jake y su novia están disfrutando de la multitudinaria celebración del Año Nuevo chino cuando ocurre un accidente. Stella y Jake no se conocen, pero ambos huyen de sus vidas: Jake busca un lugar tan remoto que no aparece en ningún mapa, y Stella se esconde de algo cuyo significado únicamente su hermana puede entender.
Inédita en español, La distancia que nos separa –la tercera novela de Maggie O’Farrell, publicada por primera vez en 2004–, explora ya algunos de los temas que serán fundamentales en la obra de la autora de Hamnet y El retrato de casada: los lazos afectivos, el peso de los recuerdos y la necesidad de independencia. Una cautivadora historia sobre cómo la familia conforma nuestras vidas, y sobre lo difícil que es, por mucho que lo intentemos, dejar atrás nuestros orígenes.
Puntuación
Reseña
Maggie O’Farrel se está convirtiendo en una de mis autoras favoritas desde que la descubrí con ‘Sigo aquí’, menuda forma de escribir. Este ejemplar, para mi gusto, quizás no llega al nivel de sus anteriores publicaciones, como es ‘Hamnet’, ya que dejó el listón demasiado alto, pero sí que merece la pena leerlo también.
En esta ocasión vamos conociendo poco a poco a los dos personajes principales: Stella, una mujer que vive en Londres y Jake, un hombre situado en la otra punta del mundo, en Hong Kong. Dos personas que ni siquiera saben de la existencia del otro, con dos historias diferentes que parecen no tener nada en común. Stella con un secreto muy interiorizado y Jake, que busca una respuesta perdida hace mucho tiempo.
Tal como se intuye, sus vidas, dejarán de ser líneas paralelas para converger con el tiempo en un punto en común.
Maggie O’Farrell emplea en esta novela un estilo característico de piezas de rompecabezas en el que los pasajes de la vida de los personajes se presentan en un aparente desorden, con saltos en el tiempo y cambios de lugar. A veces pareces desubicarte pero según avanza la historia y a modo de juego, vas uniendo puntos y poco a poco, se va desentrañando la vida de cada personaje hasta descubrir sus pensamientos e inquietudes. Me ha gustado mucho ese juego que hace la autora, ya que permite conocer a los personajes lentamente y hasta cogerles cariño.
Sus historias se narran por separado mientras Stella y Jake se acercan geográficamente, intentando desesperadamente encontrarse a sí mismos en medio de la confusión de sus complicadas vidas.
Otro personaje muy representativo en la historia es Nina, la hermana inseparable de Stella; las dos se apoyan mutuamente de manera incondicional, con un vínculo imposible de romper. Este lazo entre hermanas es tan fuerte que resulta conmovedor.
La narración mantiene el misterio de cómo acabarán las vidas de estos personajes. Quizás ha sido demasiado intuitivo el desenlace de la historia, no me ha convencido tanto como el inicio y la trama central. Esperaba quizás algún giro inesperado que no llegó. A pesar de esto, la novela sigue siendo toda una experiencia por la compleja forma en que O’Farrell narra las vidas de los personajes.