Hay libros que sin necesidad de extenderse en cientos de páginas, consiguen dejar una huella. Monterosso, de Ilja Leonard Pfeijffer, es uno de esos. En menos de cien páginas es capaz de sorprenderte, emocionarte, hacerte reír… Una novela totalmente redonda.

No conocía al autor, pero tras esta lectura ha logrado despertar mi curiosidad por su anterior libro publicado, me da que caerá también pronto, ya lo tengo fijado en el radar.

En esta ocasión, la protagonista es Carmen, una mujer ya entrada en la madurez, que siente que su vida ha caído en la monotonía, con un marido diplomático que ha perdido el interés por compartir viajes y emociones. Carmen decide romper la inercia y cumplir una promesa que lleva décadas resonando por su cabeza: volver ella sola a Monterosso, un pequeño pueblo costero italiano donde vivió su primer amor en su adolescencia.

En aquellos días de verano le prometió a aquel chico, Antonio, que volvería algún día. Y aunque no espera encontrarlo allí después de tantos años, quiere volver a ese lugar que tanto significó para ella. Más que buscar a alguien, quiere reencontrarse con ella misma.

Lo que iba a ser un viaje de tan solo una semana se alarga por culpa de la pandemia de coronavirus, que estalla justo mientras está allí. Pero lejos de ser un problema, esto le da a Carmen el espacio y el tiempo que necesitaba. Se hospeda en un pequeño lugar donde conoce a Tiziana, la dueña, y se convierte en su apoyo y su confidente. La complicidad y conexión entre ambas mujeres es uno de los hilos más entrañables de la novela.

Lo más sorprendente del libro es que, siendo tan corto, está lleno de giros inesperados. Justo cuando parece que no hay mucho más que contar… ¡zas! El autor te deja con la boca abierta. Si, sí, una historia sencilla pero repleta de sorpresas.

A pesar de la edad avanzada de la mujer, comprueba que aún queda espacio para sorprenderse, para vivir historias y momentos inolvidables. Cuando creemos que ya todo está hecho, la vida puede sorprendernos con algo nuevo, con alguien inesperado, con una emoción olvidada que regresa.

En definitiva, una novela muy cercana que habla de la vida misma, de las personas que se cruzan en nuestro camino y nos marcan sin saberlo.