Me gustó mucho Permafrost, el anterior libro y parte del tríptico del que forma también esta obra escrita por Eva Baltasar. Son independientes unos libros de otros, así que si no conoces su escritura, puedes fácilmente empezar por este o por su anterior libro que también reseñé hace poco.

Este libro me ha dejado con ganas de más, ya que se lee casi de una sentada, ya no solo por sus pocas páginas, sino por la intensidad y multitud de sensaciones que hay en cada una de sus páginas.

Esta vez nos encontramos con un personaje femenino diferente al de su anterior novela, un personaje fuera de lo común, ya que se trata de una mujer solitaria que desconecta del mundo dejando de lado su anterior vida yéndose a trabajar como cocinera en un barco mercante, donde casualmente conoce y se enamora de una mujer de tal forma, que vuelve a dejarlo todo por vivir con ella en Islandia.
En esta mágica isla se entrelaza la historia de sus vidas en común con temas tan importantes como la maternidad, pero vista desde un punto totalmente diferente al habitual, donde nos adentramos en la mente de la protagonista y en sus pensamientos, con los que podemos llegar a pensar que son algo egoístas pero primordiales para ella, compartiendo con nosotros por las dificultades que pasan en pareja.

Me ha encantando el libro, sobre todo por la forma de escribir de Eva, con unos temas muy actuales y con esa forma de escribir tan poética en cada uno de sus párrafos. Una lectura donde aparecen multitud de temas, como el sexo, la soledad, la madurez, o el instinto maternal, siendo bastante breve pero que no te deja indiferente.

Ya con ganas, espero la tercera parte de este misterioso tríptico y que sé que de forma obligatoria leeré.