Diario de un viejo cabezota. Pablo Martín Sánchez

Pablo Martín Sánchez

Diario de un viejo cabezota

Acantilado, 2020


Reus, sur de Cataluña, verano de 2066. Por motivos geoestratégicos, la Península Ibérica está siendo desalojada, pero un pequeño grupo de resistentes, en su mayoría ancianos y mutilados de guerra, vive atrincherado entre los muros del Institut Pere Mata, antiguo manicomio modernista de la ciudad, sin luz, ni agua, ni suministros. Entre ellos, un viejo escritor que lleva décadas sin escribir empieza a redactar un diario en las hojas de cortesía de los libros apolillados que encuentra en la biblioteca abandonada de la institución. Las autoridades han decretado una fecha límite para abandonar el territorio: apenas queda nadie en el país y los que quedan están desesperados. En esta historia de tintes distópicos y apocalípticos Pablo Martín Sánchez vuelve a transitar por los ambiguos márgenes que separan la realidad y la ficción, y concluye su particular trilogía novelesca asomándose al futuro para plasmar los miedos del presente.

Comprar libro

Puntuación


Reseña


Acabo de terminar este libro y se ha convertido en uno de mis libros favoritos de este año y si tuviera que describirlo con tan solo unas palabras serían, original, entrañable y adictivo.

Se trata de una novela ficticia donde el autor nos sitúa en mundo distópico, en el que a causa de una pandemia del virus de marburgo que ha asolado Europa, once personajes permanecen confinados en el Instituto Pere Mata, manicomio modernista de Reus.
Las casualidades existen y si no fuera porque fue escrita a lo largo del año 2018, parece dejar de ser una distopía si vemos todo lo que está sucediendo este año.

A causa de la pandemia, deben de desalojar la península, y este pequeño grupo se resiste a dejar el país. A modo de diario, y durante varios meses, un anciano de 89 años se desahoga contándonos lo que va ocurriendo en una generación donde la tecnología está a la orden del día, y debe incluso de conseguir las hojas para escribir, en las páginas en blanco de cortesía de los libros olvidados de la biblioteca del manicomio.

La historia se va entrelazando entre los personajes que se mantienen encerrados, luchado todos ellos por sobrevivir con lo poco que tienen a su alrededor, en un país donde no queda casi ni comida, saqueado por todos los afectados tras el gran apagón, donde no hay electricidad, obligándolos así a salir del país.
Los que mejor sobreviven y se adaptan a esta dura situación son los ancianos, que han vivido en una época donde había menos recursos, rememorando el pasado analógico en un mundo donde existen alephones, heliautos , petbots o tejidos de termopreno.

En resumen, un libro que recomiendo y que se me ha hecho corto a pesar de las 384 páginas que contiene tras acompañar al viejo cabezota y como él mismo se describe creándome adicción por saber cómo viven en este momento del futuro tan surrealista.

No soy más que un viejo chocho que vomita sus frustraciones en las hojas de cortesía de os libros olvidados de una biblioteca extinta de un antiguo manicomio de una ciudad desierta de un país arrasado.