El polvo nunca se asienta. Karina Lickorish Quinn

Karina Lickorish Quinn

El polvo nunca se asienta


Años atrás, Anaïs Echeverría trató de descargarse del peso de su historia emigrando a Inglaterra, pero, con la muerte de su madre, debe volver a su Perú natal para vender la casa familiar, conocida en Lima como «La casa amarilla de la colina». Es la última Echeverría que queda por firmar, pero le cuesta dejar ir la centenaria casona con su aire cargado de pasado y fantasmas.

Años atrás, Julia Álvarez Yupanqui cayó desde una ventana del segundo piso de la casa amarilla de la colina, terminando en una explosión de sangre y huesos contra los azulejos del patio andaluz. Ascendida a los cielos, observará los cíclicos recorridos que hilvanaron el linaje de Echeverría y la historia del Perú, antes de resucitar como santa y emprender un segundo viaje a la zaga de algo que Anaïs ha perdido.

Una novela río de un solo volumen, historias dentro de historias, el reposado desenmarañar del tiempo.

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Reseña


Menudo debut de la autora con este libro. Ya considero que debe de ser complicado escribir una breve novela, más aún tras ver el universo cargado de personajes que ha creado, cada uno de ellos con su propia historia y momentos que contar de sus vidas.

La protagonista de esta historia es Anaïs Echeverría, una joven que vuelve a Perú, su país de nacimiento, tras pasar los últimos siete años en Inglaterra para firmar los papeles para la venta de la vivienda de sus antepasados, la casa amarilla en la colina, famosa casa de la familia Echevarría, que por todos en este lugar es conocida. Lugar que ha albergado entre sus paredes multitud de vida e historias de sus antepasados.

Anaïs se puede decir que tiene un don, puede ver y comunicarse con los antepasados que vivieron y habitaron dicho hogar. A través de las vivencias de Anais y de Julia, una joven empleada doméstica que murió repentinamente tras desbordarse por una de las ventanas del edificio, vamos conociendo alternativamente la gran historia que hay tras las paredes de dicho hogar.

No todo el pasado fue idílico, ya que a través de las diferentes manifestaciones de sus antepasados, vamos conociendo desde la llegada de los colonizadores hasta los trabajos esclavos que tuvieron que realizar los trabajadores inmigrantes provenientes de todo el mundo que hubo en este lugar.

Es una novela donde hay que poner los cinco sentidos a lo largo de la lectura, ya que aparecen multitud de personajes, aunque entre sus últimas páginas aparece un diagrama/arbol genealógico con la interconexión de todos ellos.

Según iba leyendo, me han venido a la cabeza dos libros similares que tanto me gustaron, donde también se usa el género del realismo mágico, Recuerdos del porvenir, de Elena Garro y el mítico Cien años de soledad, de Gabriel García Márquez.

La autora usa un rico lenguaje para realizar un bonito homenaje a Perú, su país de origen, a través de una novela en la que me ha hecho preguntarme hasta donde la historia del pasado que nos cuenta es real e imaginaria.

Recomiendo esta novela si realmente te gusta el género del realismo mágico, donde se entremezclan historias del pasado con personajes imaginativos y toques de fantasía. He de añadir también que me ha encantado el libro físico en sí, desde su portada hasta el uso de tipografías, con un diseño muy cuidado en esta nueva editorial a la que vigilaré bien de cerca sus nuevas publicaciones.