Qué necesario sería que todo el mundo, a modo global, leyera este ejemplar.
Creo que miraríamos el mundo desde otra perspectiva. Es necesario de que la gente tenga más empatía y se ponga en el lugar del protagonista de esta historia, un hombre que por haber nacido en un lugar en el mundo tenga un destino tan complicado.

Vemos casi a diario en el telediario noticias sobre inmigrantes que intentan cambiar su destino, lanzándose al inmenso mar en un bote hinchable, sin saber incluso nadar, en busca de un futuro mejor. No hay que mirar para otro lado, estos problemas son reales y existen, y en este libro nos relata la historia real de una de esas miles de personas. Hay que pararse a escuchar y leer su experiencia.

Ibrahima Balde, con ayuda del poeta vasco, Amets Arzallus, deja constancia de su pasado entre las páginas de este libro. Nacido en Guinea, mayor de cuatro hermanos, dedica su infancia a ayudar a su padre en la venta ambulante de zapatos. Cuando este muere, toma el liderazgo de su familia y siente la responsabilidad de buscar un oficio para mantener a su madre y hermanos para que puedan seguir yendo a la escuela.

Tras enterarse que su hermano menor Alhassane (su Miñan) deja la escuela y se va hacia Europa en busca de un futuro, se embarca en un largo viaje desde Guinea a través de muchos países del norte de África tratando de encontrarlo.

Durante un largo tiempo se enfrenta a las partes más oscuras de la vida a través de terrenos y enfrentamientos con personas hostiles que le roban, esclavizan y aprisionan nada mas que por el hecho de ser guineano. Un desgarrador relato tras dejar su vida en suspenso a través de la búsqueda de su hermano.

Lo peor de todo este relato es que no se trata de ficción, sino que sabes que todo lo contado es verdad. Un libro muy emotivo y necesario de leer, cargado de esperanza. Una lectura a pesar de su dureza, es muy muy recomendable.