Klara y el sol. Kazuo Ishiguro

Kazuo Ishiguro

Klara y el sol

Anagrama, 2021


Klara es una AA, una Amiga Artificial, especializada en el cuidado de niños. Pasa sus días en una tienda, esperando a que alguien la adquiera y se la lleve a una casa, un hogar. Mientras espera, contempla el exterior desde el escaparate. Observa a los transeúntes, sus actitudes, sus gestos, su modo de caminar, y es testigo de algunos episodios que no acaba de entender, como una extraña pelea entre dos taxistas. Klara es una AA singular, es más observadora y más dada a hacerse preguntas que la mayoría de sus congéneres. Y, como sus compañeros, necesita del Sol para alimentarse, para cargarse de energía…

¿Qué le espera en el mundo exterior cuando salga de la tienda y se vaya a vivir con una familia? ¿Comprende bien los comportamientos, los repentinos cambios de humor, las emociones, los sentimientos de los humanos?

Esta es la primera novela de Kazuo Ishiguro tras ser galardonado con el Premio Nobel. En ella vuelve a jugar con la ciencia ficción, como ya hizo en Nunca me abandones, y nos regala una deslumbrante parábola sobre nuestro mundo, como también ofreció en El gigante enterrado. Emergen en estas páginas su más que probada potencia fabuladora, la exquisitez de su prosa rebosante de matices y esa capacidad única para explorar la esencia del ser humano y lanzar preguntas turbadoras: ¿qué es lo que nos define como personas? ¿Cuál es nuestro papel en el mundo? ¿Qué es el amor?…

Narrada por la curiosa e inquisitiva Klara, un ser artificial que se hace preguntas muy humanas, la novela es un deslumbrante tour de force en el que Ishiguro vuelve a emocionarnos y a abordar temas de calado que pocos narradores contemporáneos osan afrontar.

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Puntuación


Reseña


Estamos ante una historia bastante original, diferente a las últimas lecturas que han caído en mis manos. Me gusta este tipo de ciencia ficción, en la que dentro de una historia común, se introduce algún elemento futurista, como en este caso, el uso de androides capaces de aprender y razonar por sí mismos.

La primera parte de la obra es la que más me ha gustado y es donde conocemos a Klara, una especie de robot. El autor nos ubicada en la tienda donde los venden, donde hay diferentes tipos y versiones de androides, todos ellos con la esperanza de que los elijan y los adopten como amigos artificiales. Son utilizados en los hogares para acompañar a los niños y ayudarles en la educación.

Se describen varios momentos curiosos de cómo van rotando los robots en el escaparate para mostrarse al público. Klara aprende sobre el mundo exterior. Con una vida bastante humana ven cómo se acerca alguien a la tienda y observan con la esperanza de que los elijan a ellos.

La novela está contada desde el punto de vista de Klara, y como si de un niño se tratara, vive situaciones bastantes inocentes e ingenuas, aprendiendo de la vida misma. Este androide tiene una gran capacidad de observación, a veces incluso más alla de los propios humanos. Su principal fuente de energía es el Sol, dependiendo de él para recargarse, similar al uso de placas solares.

Tras un largo tiempo en la tienda, tiene la suerte de ser adoptada por Josie, una niña con una grave enfermedad que le promete un hogar con mucha luz solar.

Una historia amena de un autor que fue Premio Nobel de Literatura en 2017, con personajes a los que les coges cariño, robots capaces de sentir y pensar incluso mejor que muchas personas, además de abordar temas interesantes más allá de la historia en sí, como la educación de los niños, la desigualdad de clase diferenciada por la genérica de los niños o críticas sobre la contaminación y el cambio climático. Ojalá muchas personas como Klara.

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