Pol Guasch
Napalm en el corazón
Anagrama, 2021
«A veces pienso que estoy anotando el futuro. Me digo que, ante la incomprensión, queden las palabras. Alguien, quizá, las entenderá», dice el narrador de esta historia. Y, en efecto, Napalm en el corazón tiene algo de ejercicio de comprensión íntima de un pasado extremo y traumático, y de cartografía sentimental de un presente convulso en busca de alguna forma de liberación.
Situada en una geografía ambigua, la primera novela de Pol Guasch pone en danza a una pareja de chicos que han crecido en una zona militarizada, marcados por unas condiciones de vida precarias, por la intolerancia del entorno hacia su deseo y por unas familias tocadas por el desarraigo. La falta de perspectivas lo domina todo, pero aún mantienen la posibilidad de dejarse deslumbrar y hasta someter, de aferrarse a la militancia, tentar la violencia y seguir hablando una lengua que se deshace: la suya. La única alternativa es huir de esa tierra yerma. En su trayecto más allá de «el otro lado», cargando literalmente con el peso del pasado en forma de carta y de cadáver por enterrar, encontrarán respuestas diferentes a enigmas compartidos.
Montada delicadamente como un mosaico, escrita con precisión y belleza, Napalm en el corazón contiene una viva alegoría de las diversas opresiones que determinan tantas vidas, pero también de la fina línea que a veces separa a la víctima del verdugo.
Puntuación
Reseña
Gracias una vez más a Babelio y a Anagrama por haberme dado a conocer a Pol Guasch, que sin llegar a tener ni 24 años cuando escribió esta obra, ha conseguido con este ejemplar el Premio Llibres Anagrama de Novela. Todo un descubrimiento el joven autor que tiene ya varias publicaciones de poesía a sus espaldas.
De primeras lo que más me cautivó de este libro fue la imagen de portada y el título de la obra, Napalm y corazón; destrucción y amor, dos palabras algo contradictorias pero tienen mucho que ver en esta lectura.
Pol Guasch nos presenta una obra misteriosamente ambientada, con un protagonista del que desconocemos su nombre, situada en un lugar ambiguo y en un tiempo indeterminado. Sabemos que algún incidente desastroso ha ocurrido en una antigua fábrica, ahora en ruinas, en la zona donde vive. Pocas personas quedan ya viviendo en este lugar donde hay además presencia militar. El protagonista cuenta cómo tras el incidente, unos hombres llegaron a sus casas y les decían que tenían que irse, aunque él junto a su madre resisten a abandonar el lugar donde crearon raíces.
Su máximo y casi único apoyo a lo largo de la historia será Boris, otro chico con el que tiene una relación, al que le escribe cartas desahogándose por los duros acontecimientos por los que está viviendo.
Pienso que el autor, con este lugar tan ambiguo donde existe miedo, opresión y destrucción, tal como nos describe, ha querido jugar con el lector a imaginarse el propio entorno. Al principio todo era algo caótico, no entendía mucho de la historia, pero según avanza todo va tomando sentido, y me ha ido enganchando más y más. El propio narrador va dando saltos en el tiempo para contarnos lo que ocurrió, todo con mucho misterio.
Lo más llamativo y lo que más me ha gustado del libro es la forma de sus capítulos, compuestos de pequeños fragmentos que van dando saltos temporales en los que apenas ocupan una página entera. Se nota de dónde viene la obra de Pol, hay un gran poeta detrás de este libro y prácticamente en cada párrafo hay poesía pura. Hay que leer cada uno de sus capítulos despacio, saborearlos y asimilarlos, dándole trabajo a tu imaginación.
En resumidas cuentas, estamos ante una novela totalmente diferente, con unos personajes que realizan una huida hacia adelante tratando de encontrase con ellos mismos, luchando por sobrevivir en un entorno hostil y donde se tratan temas como la violencia o la homofobia. Todo un rompecabezas que nuestra mente debe de ordenar a través de una bella prosa «poetizada«.