Poeta chileno. Alejandro Zambra

Alejandro Zambra

Poeta chileno

Anagrama, 2020


Durante buena parte de esta novela Gonzalo es un poetastro que quiere ser poeta y un padrastro que se comporta como si fuera el padre biológico de Vicente, un niño adicto a la comida para gatos que años más tarde se niega a estudiar en la universidad porque su sueño principal es convertirse –también– en poeta, a pesar de los consejos de Carla, su orgullosamente solitaria madre, y de León, un padre mediocre dedicado a coleccionar autitos de juguete.

El poderoso mito de la poesía chilena –un personaje secundario dice, aludiendo a los veredictos de la Academia Sueca, que los chilenos son bicampeones mundiales de poesía– es revisitado y cuestionado por Pru, una periodista gringa que se convierte en testigo accidental de ese esquivo e intenso mundo de héroes e impostores literarios.

Comprar libroEbook / Kindle

Puntuación


Reseña


Ay Zambra, menudo libro te has marcado. Ya me quedé fascinado con Literatura infantil, ahora quedo doblemente encantado.

En esta novela, al igual que en Literatura infantil, Zambra nos presenta otra historia que gira en torno a la paternidad.

En esta ocasión nos presenta una bella historia sobre la relación familiar entre un padrastro y un hijastro, con un gran vínculo difícil de romper; y como nexo en común, la poesía. Situada en pleno Chile, tierra de dónde han salido abundantes poetas con renombre.

En la primera parte de la novela, conocemos a Gonzalo y Carla, un par de adolescentes que viven una intensa relación, llevada finalmente hasta la ruptura. Gonzalo es gran aficionado a la poesía, escribe versos inspirados por el amor de Carla. Tras un largo tiempo, el destino hace que se vuelva a cruzar la vida de ambos, reavivando de nuevo su relación. Pero Carla ahora tiene un hijo, Vicente, y Gonzalo tiene que aprender a ser padre además de compañero.

Tras otro largo tiempo, se vuelve a desmoronar esta relación, lo que lleva a Gonzalo a abandonar esta vida y viajar hacia Nueva York tras seis años cuidando al hijo de Carla como si fuera su verdadero padre.

A raíz de este hecho comienza otra parte muy diferenciada del libro, en la que vamos conociendo a Vicente ya con dieciocho años, enamorado de Pru, una periodista estadounidense que viaja a Chile para realizar una serie de entrevistas a poetas chilenos para documentar la escena literaria de este país.

Vicente se dedica a la poesía, inspirado también por la partida de su novia. Se repite en parte la historia, y aquí vemos como el hijo de Carla se parece más a Gonzalo que a sus padre biológico; ambos apasionados por la poesía, forjando su vida en torno a ella.

Sí que he de decir que me ha gustado más la primera parte de la novela, cuando Gonzalo y Vicente están juntos. Hacen una pareja única. Quizás para la gente a la que no le guste la poesía, la segunda parte de la novela le pueda parecer algo más densa, pero yo al menos también he disfrutado de esto, ya que se extrae montones de curiosidades sobre poetas chilenos.

Gracias Zambra por darnos a conocer en este libro a unos personajes de esos a los que se les coge cariño y traernos un cachito de Chile y su cultura.

Quizás existe una palabra para designar lo contrario del duelo, lo que se siente no después de que alguien muere sino cuando reaparece; lo que se siente cuando de súbito recuperamos a alguien que había permanecido ausente hasta de nuestros sueños.