Voy a hablar de Sarah. Pauline Delabroy-Allard

Pauline Delabroy-Allard

Voy a hablar de Sarah

Lumen, 2019


Una noche, en una fiesta, dos mujeres se conocen por azar. Una vive su rutina de madre soltera y profesora con una pareja circunstancial. La otra es violinista, excéntrica, sensual y culta. Habla y ríe demasiado. Es Sarah.

A partir de entonces se suceden citas improvisadas, almuerzos, conciertos, lecturas, los cuartetos de Beethoven y la primavera en París. Hasta que un día Sarah dice: «Creo que me he enamorado de ti». Y se desata el amour fou, la pasión que quema a cada instante y que, como ocurre con todas las grandes pasiones, no puede acabar bien.

Voy a hablar de Sarah es la última gran revelación literaria francesa. Ha ganado importantes premios (estuvo a un paso del Goncourt) y ha sido comparada con Marguerite Duras y Yourcenar con su primera novela, hipnótica y arrasadora, que deja una huella indeleble.

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Puntuación


Reseña


Se trata de una novela a la que le tenía muchas ganas, una novela llena de impulsos y con alta intensidad emocional en cada una de sus páginas.

Tiene una primera parte donde conocemos a la protagonista de la obra, la cual lleva una vida monótona y casualmente, en una cena en noche veja acompañada de sus amigas, coincide con Sarah, una reconocida violonchelista. A partir de aquí, su vida da un giro inesperado.

En la primera parte de la novela conocemos los encuentros de la protagonista con Sarah y su progresivo enamoramiento. Contada con una prosa totalmente poética, nos relata la fusión carnal y erótica de ambas mujeres con altas dosis de pasión.

Existe tal intensidad en sus encuentros que la protagonista llega a obsesionarse completamente por Sarah de tal forma que su mundo solo gira en torno a ella, llegando a convertirse en una adicción, dependiendo completamente la una de la otra.

Sarah pasa su vida viajando, entre aeropuertos y salas de conciertos de todo el mundo, y el poco tiempo que le sobra intenta por todos los medios pasarlos con su enamorada, no llevando fácilmente esta distancia que normalmente las separan, y al mínimo encuentro, lo comparten con gran intensidad.

Llega a ser tan adictiva la dependencia de ambas mujeres que llega un punto que comienza a ser una relación tóxica. Y como símil al ying y el yang, toda la pasión y amor que existe, se convierte también en todo lo contrario, a la mínima brecha, todo estalla. Así conocemos en la segunda parte de la novela el gran dolor de la protagonista, llegando a tener una alta depresión y momentos de locura.